Entrevista a Joan Garriga sobre Constelaciones Familiares

Entrevista a Joan Garriga**
Publicada en la Revista Sinergia del Institut Gestalt
Otoño 2012

En 1999, Bert Hellinger presentaba por primera vez en España las Constelaciones Familiares a través del Institut Gestalt. Desde entonces, el Institut ha sido pionero en introducir y divulgar esta metodologí­a, no sólo por el estado español sino también en Latinoamérica. Joan Garriga, socio fundador del Institut y director del área de Constelaciones, es uno de los mayores expertos en esta metodologí­a, basada en los movimientos del corazón.

¿Qué entendemos al hablar de los movimientos del corazón?

Lo más nuclear en la vida de las personas son los ví­nculos, los afectos y las conexiones, el amor y el desamor. Así­, hay movimientos de expansión del corazón, que nos alegran y dan felicidad, y movimientos de retracción cuando hemos estado expuestos al dolor, al propio o al de nuestros familiares o personas queridas. Ante este sufrimiento, encojemos el corazón y también nuestra identidad y estima. Las Constelaciones trabajan con estos movimientos y favorecen la expansión de los movimientos amorosos, hacia todo aquello que somos aunque aparentemente parezca rechazable, y hacia las personas de nuestra familia, a pesar de pudieran haber tenido comportamientos lesivos, superando la idea infantil de dividir el mundo entre buenos y malos y entre los que merecen ser queridos y los que no. Se trata de una herramienta ágil y rápida que permite comprender las dinámicas que envuelven nuestros problemas y encontrar soluciones.

¿Cuáles serí­an las dinámicas que más distorsionan a las familias?

La raí­z de las principales dinámicas conflictivas viene de que en la historia familiar se han producido sucesos dolorosos que no han sido integrados (eso significa amados): no se ha logrado la digestión emocional para construir fuerza sobre grietas y seguir adelante con alegrí­a. Hechos importantes pueden ser muertes infantiles o trágicas, violencia, problemáticas relacionadas con la sexualidad, infelicidad en las parejas, etc. A veces, son cosas que suceden por azar. Una vez trabajé con una mujer superviviente del atentado de Atocha, cuyo movimiento profundo era ir hacia las ví­ctimas, hacia la muerte. Además era ví­ctima de sus hijos que la pegaban, pero ésta violencia habí­a que entenderla como un intento desesperado de tratar de retener a la madre en la vida. Las Constelaciones muestran que la mayorí­a de las problemáticas son intentos amorosos desesperados e infructuosos de generar soluciones en asuntos que no han sido solucionadas.

¿Esa forma de expresar amor es lo que en Constelaciones se llamarí­a el amor ciego?

Muchos problemas no derivan de la falta de amor sino de la falta de “buen amor”, que se reconoce porque es capaz de respetar a los otros, de asumir su realidad, de permitir por ejemplo que los padres u otros seres queridos como abuelos y hermanos lleven sus propios dolores y penas y mirarlos con amor. El “mal amor o amor ciego” es aquel que dice: “Ya que tú no está bien yo tampoco, o yo me sacrifico”. Para los hijos es muy difí­cil soportar que los padres no estén bien y no implicarse en ello con sus propios problemas. En los sistemas hay secretos, cosas no integradas o personas excluidas y todo es un campo de información que llega a todos, a los hijos, a los nietos, etc. de manera inconsciente. Entonces, existe un amor que los lleva a implicarse de manera invisible e inconsciente con los excluidos o con las cosas no integradas, desde un amor ciego que no es capaz de aceptar la realidad.

Ponga un ejemplo…

Una dinámica que hace sufrir mucho a las familias es cuando por desgracia la pareja de padres no se respetan plenamente y el hijo tiene que estar en medio de los padres, o bien escoger a uno o al otro. De hecho, el principal mal es la arrogancia, el creerse mejor que el otro, lo cual genera desprecio y falta de reconocimiento. Cuando los padres no pueden apreciarse uno a otro, eso genera muchos conflictos porque el hijo les quiere a los dos y busca formas de lealtad hacia ambos. A veces el hijo desprecia a uno, pero al final puede acabar convirtiéndose (extrañas alquimias del amor) en el despreciado. Por ejemplo, puede menospreciar al padre porque es alcohólico o mujeriego y, más adelante, él se hace alcohólico o un tanto irresponsable. Por otro lado la dinámica de fondo más importante en los problemas es no elegir plenamente la vida; en las familias hay personas que experimentan una sujeción débil a la vida o no quieren vivir o desean seguir a otros que murieron antes, como en una reciente constelación en la que la madre seguí­a al hijo que habí­a abortado con seis meses por una malformación. Esta mujer en el plano de lo profundo y por amor ciego se sentí­a culpable y no deseaba vivir desatendiendo a sus otros hijos vivos. En Constelaciones la presencia de los muertos puede ser fuente de apoyo cuando el amor es claro o de implicaciones graves cuando es ciego.

¿Cómo se reorientan este tipo de revelaciones, de comprensiones, durante una Constelación?

Lo que más ayuda a las familias es que haya un orden, ordenar el amor, la buena geometrí­a de las relaciones humanas. Se logra muchas veces interiorizar una posición o un movimiento emocional liberador frente a los padres por ejemplo o ante los hermanos, etc. También se pueden percibir las energí­as y movimientos profundos y cambiarlos, por ejemplo se puede sentir que uno sigue al hermano a su destino en lugar de respetarlo o al hijo como la mujer que he mencionado. Son movimientos y comprensiones de solución en el sentido de que uno se siente atrapado en una prisión donde no tení­a claridad y de repente se sitúa en otro lugar fí­sico, emocional, cognitivo y espiritual, porque las constelaciones también tienen un componente de rendición ante lo que la vida ha querido. Muchas veces la solución no es otra que el asentimiento a la voluntad de la vida tal como ha decidió ser y actuar y el proceso emocional que conlleva. A menudo uno se siente peleado con la vida, pero la lucha con ella es un mal negocio porque la vida siempre acaba ganando. Con respecto al futuro si tenemos de posibilidad de crearlo pero funciona mejor cuando estamos libres de las ataduras de un pasado sobre el que podemos cambiar nuestra actitud en la dirección de más vida y más dicha.

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